
No hay cosa que me guste más del mundo del toro que lo que se aprende día a día.
Me encanta devorar cualquier cosa que provenga de este apasionado arte.
Revistas, blogs, fotografías, videos, crónicas, portales taurinos, libros...
Evidentemente pienso que detrás de todo esto está lo personal.
Ese abuelo que te llevaba a los toros, ese padre, ese amigo e incluso las experiencias solitarias de uno mismo.
Pero hay que tener mucho cuidado con lo que cae en nuestras manos hoy en día.
Estamos hartos de leer a periodistas de dudosa veracidad, bien sea por A o por B, pero contaminan una realidad que a veces no coincide con lo vivido en la plaza.
Desde hace ya unos años concretamente allá por el 2008, di por casualidad con un blog muy especial.
En ese blog se conjuntaba la sabiduría taurina con el arte de la pintura.
Me resultó una mezcla tremenda.
Pero ante todo, su frescura, su verdad.
Desde entonces lo guardé cómo favorito y recuerdo que estaba espectante día tras día de poder leer de nuevo otra entrada. De ver otro dibujo.
Pero sobre todo, de aprender.
Ese aficionado había vivido la fiesta desde un lugar muy especial, Las Ventas y eso se nota.
La exigencia que allí pervive se nota en cada una de sus palabras. Siempre desde el máximo respeto.
Con el paso del tiempo me di cuenta de que tenía ante mi a un maestro.
A una persona que "envidiaba" por esa manera de escribir, de dibujar, de ver lo que acontece en el ruedo y ante todo de tener la capacidad de expresarlo con total claridad en un mundo a veces tan frío y sin expresión cómo es internet.
Sin pelos en la lengua, pero siempre guardando las formas.
A día de hoy, esa maestría se ha convertido en admiración y creo que es de justicia agradecer publicamente a la gente que cómo Enrique Martín hacen que su trabajo llegue de una manera tan bonita al corazón de un aficionado.
De él aprendo a ver al toro, a medirlo, a medir a su matador correspondiente.
A darle la importancia que tiene la lidia, la suerte de varas, la colocación del torero, la actitud, la torería...
En definitiva aprendo lo que es el toreo.
Y siempre con esa verdad desnuda, la exigencia y dureza que te ofrece un aficionado de Madrid.Con la verdad por delante.
Me gusta comparar mis opiniones, mi forma de ver lo que ocurre y luego "rectificar", analizar, recapacitar, pero cómo ya digo y en definitiva, me gusta aprender.
Es por ello, esta entrada.
En agradecimiento a todos estos años de Torosgradaseis y a su creador, Enrique Marín. Mi referencia.
Para mi un maestro, un amigo.
Sólo deseo que nunca te canses de escribir y plasmar esas entradas acompañadas de esas pinturas.
Mientras tú escribas, yo seguiré aprendiendo.
Gracias Enrique!
Fotomontaje: La verdad por delante.