domingo, 15 de enero de 2012

Recordando temporadas.¨Bombito¨.Pamplona 1999.


Toros de Hijos de Eduardo Miura bien presentados, grandes, de variadas capas aunque con poca casta, en general manejables y un 2º excepcional en el caballo. Sergio Sánchez, Padilla y Ferrera en el cartel.Plaza de Pamplona, 11 de julio 1999. 7ª corrida de feria. Lleno.

¨Bombito¨
Los miuras, grandotes y aparatosos, pues rebasaron ampliamente los 600 kilos, sacaron poca casta. Sin embargo, el segundo toro hizo en varas una pelea sensacional, que habrá de pasar a la historia. Más de 10 minutos estuvo el toro acometiendo al caballo, y sin tirar una sola cornada ni despegarse un milímetro, con absoluta fijeza, entregado a puro riñón, y no había manera de sacarlo.

Ni los esforzados coleos, a dos manos o a cuatro; ni los capotazos; ni los gritos; ni las acciones del picador que levantaba la vara o la hincaba, movía el caballo o lo dejaba quieto, conseguían sacar al Miura de su empreño y su celo.

Todo esto desvelaba una bravura excepcional del Miura llamada a levantar en su memoria un airoso monolito. La única reserva que podía hacerse -no baladí- era que todo se estaba produciendo en la querencia de chiqueros. El toro se arrancó allá, desde muy lejos, en cuanto vio aparecer al picador con su castoreño y su instrumental acorazado, y ya no dejó de recargar, metida la cabeza bajo el peto. Diez minutos así, aunque otros cronometradores aseguran que fueron cerca de 15. Un caso histórico, en efecto. Y, mientras, el capoteo, el coleo, el zarandeo e incluso la intervención de su matador Juan José Padilla, que debió ponerse nervioso y tras tirarle al toro de un cuerno sin ningún resultado, le dio de puñadas en la cara.
Cuando finalmente el toro acudió al espeso revoloteo de capotes que le sacudían las orejas, lo propio habría sido llevarle lejos de toriles y ponerle de nuevo en suerte para comprobar cuál era la verdad de su bravura. Y, sin embargo, Padilla pidió el cambio, el público también, la presidenta accedió y santas pascuas: nos quedamos sin ver al toro y sin la posibilidad de erigirle el airoso monolito.

Crónica resumida de Joaquín Vidal, ya que para mi lo importante fue lo que hizo el toro y por lo tanto he creido oportuno ¨borrar¨todo lo demás.
Anadiré que fue la XLI FERIA DEL TORO y el premio ¨Carriquiri¨, compartido con Hros. de D. José Cebada Gago se lo llevó este ¨Bombito¨de Hijos de D. Eduardo Miura.
Foto.Miura en Pamplona.

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