Érase una vez una plaza de toros donde unos aficionados tenían puestas sus ilusiones en la feria de la Magdalena.
Pero más pronto de lo que creían, llegaron tres empresarios.
El TORO
siempre andaba persiguiéndoles para poner en evidencia a aquellos matadores que ellos no querían contratar.
Para escapar del TORO, los empresarios
decidieron hacerse cargo de la plaza de toros de Castellón.
El pequeño se hizo una casa de paja y quiso acabar de un plumazo con los desafíos, para dejar de lado al aficionado "torista" y poder llenarse el bolsillo, diciendo aquello de: "Castellón abusaba de las ganaderías toristas y los resultados no
fueron muy buenos"
El mediano construyó una casita de madera, cómo también quería construir una feria a su manera. Al ver que su hermano pequeño había
terminado ya, se dio prisa para soltar lo de:
"Con Castaño el año pasado había poca gente en los tendidos".
"Con Castaño el año pasado había poca gente en los tendidos".
El mayor trabajaba en su casa de ladrillo y ayudaba a rematar las ideas de sus hermanos
- Ya
veréis lo que hará el TORO con vuestras casitas y dirá el aficionado con vuestros "chancullos"- riñó a sus hermanos mientras éstos se
lo pasaban en grande, aunque se paró a pensar y dijo:
"Hemos hecho un esfuerzo importante por nuestra parte para que vengan las máximas figuras, ya que hubo un momento en que hasta incluso eran reacias a estar en Castellón. No se sentían cómodas debido a ese ambiente torista".
"Hemos hecho un esfuerzo importante por nuestra parte para que vengan las máximas figuras, ya que hubo un momento en que hasta incluso eran reacias a estar en Castellón. No se sentían cómodas debido a ese ambiente torista".
Entonces, el TORO, hizo acto de presencia y salió detrás del empresario pequeño y este corrió hasta su casita de paja, pero el
TORO empujó y empujó y la casita de paja derrumbó.
El TORO persiguió al empresario por todo Castellón y este corrió a refugiarse en la casa de
su hermano mediano. Pero el TORO empujó y empujó y la casita de madera derribó. Los dos
empresarios salieron pitando de allí.
Casi sin aliento, con el TORO pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor.
Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas.
El TORO se puso
a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar, mientras en su cabeza no podía quitarse aquello de no estar en una feria donde gracias a él gente de otras localidades venía año tras año a la Magdalena. No creía que las ganaderías que se habían llevado todos los premios posibles se quedaran fuera de esta del 2014 y no podía creer que un acontecimiento cómo era el "DESAFÍO DE GANADERIAS" desapareciese así, por las buenas, incluso llegó a pensar en aquel matador que se alzó con el premio al mejor torero y tampoco aparecía su nombre.
Con una escalera
larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el empresario mayor
puso al fuego una olla con agua. El TORO descendió por el interior de la
chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó.
Escapó de allí dando unos terribles bramidos que se oyeron por toda la ciudad.
Se cuenta
que nunca jamás hubo TOROS en Castellón.
MORALEJA: Si quieres ver toros...TE VAS A FRANCIA!