domingo, 14 de marzo de 2010
MURIERON CON LAS OREJAS PUESTAS.
Pues gracias a mi buen amigo J.Carlos, les dejo la crónica de la primera novilada de las Ventas en este 2010.
MURIERON CON LAS OREJAS PUESTAS.
Del festejo que abría temporada en Las Ventas, podríamos hacer un símil cinéfilo con aquella película de los años 40, protagonizada por Errol Flynn, en aquella ocasión fueron “botas”, lo que esta tarde se llevaron los de Flor de Jara a la tumba fueron orejas.
Los novillos algo justos de presentación, aunque muy acordes al fenotipo de su encaste. En líneas generales, la novillada desarrolló nobleza a raudales, humillando y permitiendo el lucimiento de unos novilleros que no han sabido aprovechar las bondades de estos “neobuendías”. A juicio de servidor, a la novillada le ha faltado picante y un mejor juego en el primer percio. Es digno de reseñar que los seis novillos llegaron a la suerte suprema con la boca cerrada.
El primero de la tarde, Manzanero, de 462 kilos, ha sido el más justito de presentación. Ha salido suelto en ambas entradas al caballo, aunque al segundo encuentro fue de largo. La labor del picador, y lo hago por extensión a todos sus compañeros en esta tarde, ha sido nefasta, causando un vulgar “siete” al animal que hacía daño a la vista. Nada reseñable en la labor de capa de Carlos Guzmán y el quite de Rey, así como en el tercio de banderillas. El novillo desarrolló nobleza en la labor muleteril pero el novillero se mantuvo muy descolocado durante toda la faena. El novillo, que llegó con la boca cerrada, tuvo que padecer todo un sainete de pinchazos y descabellos. Una oreja que se fue sin cortar y un novillero que saludó ¿a cuento de qué y a petición de quiénes?
El segundo, Mediaonza, de 468 kilos, manseó en el primer tercio. Tras unos ayudados por bajo, Juan Carlos Rey tomó la muleta con la zurda. Sabia decisión puesto que el novillo había avisado dos veces por el pitón derecho. Tras una tanda en la que no hubo acople con el novillo, Rey se decidió a torear por el pitón derecho, ¡craso error! Afortunadamente, el novillero fue cogido sin consecuencias y pudo proseguir, ésta vez por el pitón izquierdo toda una serie de muletazos sin rematar, despidiendo al novillo hacia fuera, lo que hacía que se quedase descolocado y tuviera que rectificar la posición casi a cada muletazo. Rey se decidió a coger la espada pero el novillo aún tenía ganas de pelea, signo evidente de que no había sido toreado, y le volvió a dar un susto al arrancarse de improviso. Rey le mató de… llamémosle un “sopapo tendido” y sigo sin explicarme por qué salió a saludar. Otro novillo que se fue con una oreja puesta.
En tercer lugar actuó un animoso, que no animado, José María Arenas. Salió, ésta vez sí, animado Borroso, de 479 kilos, aunque esta animosidad sólo fue un espejismo en su encuentro con el caballo. El animoso Arenas banderilleó e incluso se enfandiló, pero sólo fue eso. Vimos tres pares vulgares, curiosamente el mejor fue el del violín, sin salir airoso de la suerte. Bueno, salir sí que salió, pero saltando tablas. El novillo dio un juego excelente, yendo de largo, con franquía, humillando y desarrollando nobleza, todas esas cosas con las que cualquier matador sueña cada noche. El toreo estuvo carente de pureza y el torero demasiado escondido, sin meterse en “terreno prohibido” y trazando líneas. El novillo, que se llevó al desolladero ambos apéndices, fue ovacionado en el arrastre y Arenas silenciado.
En cuarto lugar vimos a Ganador, de 528 kilos. Con él, Guzmán realizó el mejor toreo a la verónica de la tarde aunque sin esa naturalidad que debe caracterizar a la suerte y, en alguna ocasión, retrasando la pierna. El novillo, manso en varas, vino a dar con sus huesos en el suelo en un par de ocasiones, lo cual hizo que se resintiera durante toda la lidia. El punto de casta que desarrolló compensó esa falta de fuerzas y, aún con la cara a media altura, fue capaz de embestir en ocasiones al galope y sobrepasar a un Guzmán que se limitó a acompañar la embestida de un novillo que, debido a su condición, tan sólo protestaba en el último muletazo. Intentó la suerte contraria y pinchó, tuvo la lucidez de probar en la suerte natural y, ésta vez sí, acertó de pleno. Palmas para el novillo y aún no me explicó por qué tuvo que saludar el novillero. Otra oreja que se fue al desolladero.
El quinto, de nombre Beduino, 468 kilos, acusó cierta flojedad durante su lidia. Fue, como sus hermanos, mal picado, y manseó en varas. El novillo no terminó de entregarse y, debido a su flojedad, echaba la cara arriba a la finalización del muletazo. Juan Carlos Rey actuó sin mando, dejándose ver en demasía y con la muleta retrasada, algo muy peligroso en un chico que torea corridas duras y que ya le costara un percance en la de Moreno Silva de Carcasonne. Pese a todo, el novillo entregó en bandeja una oreja que Rey no fue capaz de extraer. En la suerte suprema, pincho hasta en un par de ocasiones saliéndose de la suerte. El toro recibió palmas mientras que el novillero sería silenciado por el respetable.
El último de la tarde se llamaba Jaquetón, de 463 kilos. Posiblemente el que mejor actuó en varas de los seis aunque nada del otro mundo, manseó como los demás. Acusó una leve flojedad que no fue obstáculo para dar un buen juego en la muleta y ofrecer ambos apéndices a Arenas. Un Arenas que, al igual que en banderillas, estuvo muy por debajo de las condiciones del toro, no apostando nunca por él y sintiéndose desbordado en todo momento. Novillo ovacionado y novillero silenciado fue el balance final.
Sin paliativos podemos decir que la novillada ha sido muy interesante…para los novilleros. Para los amantes del toro encastado, con picante y que pone emoción en el ruedo (entre los que yo me incluyo), la novillada ha decepcionado un poquillo. Esperemos que la ganadería que, en manos de la familia Buendía, ofreciera interesantes tardes no decaiga en manos de D. Carlos Aragón Cancela y que su buen quehacer nos haga reverdecer aquella tarde de Abril del 2007 donde los bucarés mostraron ese punto de picante que hoy no vimos por ningún lado.
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4 comentarios:
Lo que no entiendo es la prisa que tienen los novilleros y sus palmeros, por venir a Las Ventas cuando lo único que puede pasar es que se quemen para siempre. ¿Cuántos novilleros hemos visto en los últimos años que se han presentado en Las Ventas casi sin torear? Con las confirmaciones de alternativa viene pasando igual. Aquí, está claro lo que más interesa al personal es el parné. Las formas son lo de menos.
Saludos
J. Carlos, como yo también me incluyo entre “los amantes del toro encastado, con picante y que pone emoción en el ruedo”, sólo puedo darte las gracias por una crónica tan nítida; y sí, tengamos esperanzas y confiemos en el Sr. Carlos Aragón Cancela
Además, quiero decirte que tus palabras son, para mí y por razones obvias, las que me ofrecen más credibilidad
Saludos de Gloria
Da gusto tener estos colaboradores.
Cualquiera se cree lo que te cuentan en los portales.
Leo la crónica y me veo sentado en esa maravillosa plaza y viendo lo que dice Jose.
Eso es de agradecer.
Antonio, toda la razón del mundo.
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