jueves, 18 de noviembre de 2010

El Toro.


Huyendo de la época actual me refugio en un viejo video, que con imágenes soñadoras entre grandezas y fracasos voy maldiciendo al mundo porque no me entiende, maldigo al sueño porque no me espera, maldigo al tiempo porque pasa, maldigo todo porque estoy preso y me siento morir sabiendo que nada es VERDAD.
De pronto! Estoy vivo! y mediante un ataque de destrucción y locura rompo con todo lo que me rodea y salgo al exterior.
Construyéndome de nuevo, formo una ventana abierta que me ayuda a escapar de todo, hasta de mi, pasando entre muertos y heridos de mi ayer al encuentro de ese animal majestuoso que me llama y que busco en el recuerdo cuando la soledad me oprime.
Y quiero verlo y lo veo , me parece una sombra, pero si, es él!
Al encuentro! Vente!
Una gran tempestad de polvo y viento nos envuelve absorbiéndonos en un remolino y nos arrastra de nuevo hacia el punto de partida, viéndome atrapado despierto de mi sueño y caigo en el olvido y allí pienso.
El porqué de esta afición , yo no se nada, el porqué del tiempo, yo solo se que las horas son muy largas casi infinitas y que la vida segundo a segundo se hace corta y quiero volver atrás porque nada de lo presente me conforma y quiero más y tengo menos, pero sigo teniendo siempre lo mismo, la afición por el TORO.

3 comentarios:

Amparo Gomar dijo...

Daría lo que fuera por saber expresar lo que siento de esa manera, con esas palabras. Pero no se, soy incapaz.

Enhorabuena porque es la mejor entrada que te he leído jamás.

Enrique Martín dijo...

Iván:
No sé que decirte, ya lo has dicho tú todo. Que bárbaro.
Un saludo

En Barrera dijo...

Como esta de inspirada la blogosfera, que me deja sin palabras... un post precioso. Yo creo que nuestra afición por el TORO es el motor de todo esto. Saludos.