lunes, 23 de abril de 2012

Un vistazo a las ganaderías bravas. Año 1933.

Hoy y cómo curiosidad les dejo un artículo firmado por Relance del año 1933. Curioso y agradable leer ciertas cosas y nostálgico al ver nombres de algunas ganaderías. Espero que lo disfruten.  

Un vistazo a las ganaderías bravas. Año 1933. Prescindiendo de los novillos, las mejores ganaderías del año fueron las de Félix Moreno en Alicante y Bilbao, Conde de la Corte en Arlés (Francia) y Palma de Mallorca, Pablo Romero en Algeciras, Indalecio García en Valencia y Carmen de Federico en Bilbao y Logroñoo. Además de la corrida de Félix Moreno y de la de Carmen de Federico, fueron jugadas en la feria agosteña bilbaína, sendas de Santa Coloma, Pablo Romero, Concha y Sierra e Hijos de Miura, y ninguna de las seis alcanzó la excelente presentación allí acostumbrada, por el temor de los ganaderos a "los amos del cotarro" (léase coletas). Sin embargo, superó a la de la mayoría de los cosos y FALTARON el "exjoven maestro",el valenciano Barrera y "El Estudiante" paisano de Azaña. Tiene, pues, razón sobrada, el competente corresponsal bilbaíno, de LA FIESTA BRAVA, Alfonso de Aricha, en eso y en censurar que no sean castigados los toreros "faltones" sí no las ganaderías, pues desaparecen, en 1933, de aquél cartel de agosto, tres de dichas seis divisas sevillanas,para dar paso a otras regioiies y por supresión de uno de los espectáculos. Así, continúan Pablo Romero, Carmen de Federico y Félix Moreno y desaparecen Santa Coloma, Concha y Sierra e Hijos de Miura, para entrar el Marqués de Villamarta y una salamanquina o castellana. De tan excelente calidad como esas andaluzas, siguieron, en cantidad, las vacadas charras, con las corridas de Graciliano Pérez en Cartagena y Salamanca, Atanasio Fernández en Madrid, Antonio Pérez en Valencia y "Coquilla" en Nimes (Francia)y Palma de Mallorca. Fn San Sebastián, Salamanca y Vitoria hubo sendos concursos. Resultaron los dos primeros regulares y se llevaron el premio "Gusanillo", 25, negro, de Carmen de Federico, y "Famoso",10, negro, de Juan Cobaleda. El concurso vitoriano no se efectuó entre seis divisas, sino entre tres, aportando cada una dos toros. Pertenecieron éstos a las ganaderías colmenareñas de Julián Fernández y Juan Manuel Puente y a la salamanquina de María Matea Montalvo, o sea a las tres ramas de Martínez. Valieron tan poco, en bravura y tipo, que hubimos de declarar desierto el premio. Y digo hubimos, pues tuve la honra de pertenecer al Jurado calificador, en unión de cuatro inteligentes aficionados. Y me voy a permitir agregar una, que no pertenecía a la "Unión" ni siquieraa la "Asociación de ganaderos de reses bravas", sino a una ganadería libre y salamanquina la de Pedro Hernández, el cual envió a la guipuzcoana Tolosa, parasu feria de junio de San Juan, cuatro novillejos,de distintos hierros. El de la cuarta bestezuela, negra, llamada "Asturiano", número 18, era una ancla,parecida a la de antes de los sevillanos Moreno Santamaría y hoy a la del salmantino Gabriel González. Resultó el animalito colosal, asombroso,completísimo y, desde luego, superior a muchos de sus "colegas" del Cuadro de honor. Natalio Sacristán Fuentes, Francisco Cester y sus huestes, no pudieron con la fiera. Pequeña y sin poder, pero bravísima,tomó tres puyazos, dio sendas terribles costaladas y fué ideal, de bandera. Pidiendo pelea y como la seda siempre, no acusó un solo detalle censurable y es de lo mejor que he visto hace años. Relance.

1 comentario:

Diego Cervera Garcia dijo...

Iván;
Que tiempos aquellos que nosotros no hemos vivido. Que variedad de encastes y que distintas tonalidades tenia la tauromaquia.
Ahora, sumergidos en un sistema G-Domecq lo único que vemos es eso, toros de Domecq con toreros del G10.

Y como digo siempre, no estoy en contra del encaste Domecq, lo que estoy en contra es de la masificación y la selección que hacen con este encaste, pues la novillada del domingo ante pasado en Madrid de Juan Antonio Ruiz Roman, es procedencia Domecq y salio con motor inclusive pidiendole el carnet a los novilleros.

Un abrazo