
Hace un tiempo vengo escuchando y leyendo algo relacionado sobre el tipo de novillo que se lidia en Madrid.
En distintos portales, foros, radio etc, se está lanzando la cuestión de si es el adecuado o no para los novilleros.
Se comenta que en Las Ventas, los pobres chavales ya "las pasan putas" de por si,ante tanta presión con lo que conlleva torear allí, a lo que, por si fuera poco, encima lo hacen matando verdaderas corridas de toros.
En cierto modo, puedo pensar lo mismo. Hay veces que salen TORAZOS que no se ven en la mayoría de las plazas de primera de nuestra geografía, en las corridas de toros, pero ahora yo me pregunto.
¿No será que estos van a la plaza maderileña sin la preparación necesaria y sin el rodaje propio para afrontar tal compromiso?
¿No será que van en un plan algo cómodo y con la ambición por los suelos?
No olvidemos que ellos son aprendices de toreros, que no se les puede exigir los mismo, pero señores..ESTO ES MADRID!
Es alarmante que uno ya ni se acuerde de cuando un novillero abrió la querida puerta venteña.
¿Dónde está esa ambición por ser torero? ¿Dónde están esas ansias por abrirse paso en la profesión?
Antes se hablaba de que cierto torero se había forjado en el Valle del Terror matando lo que nadie quería, de la lucha de las portátiles y pueblos de Dios y de los trajes desgarrados de los chavales, de aquellos que hacían frente a cualquier encaste y salían de tal compromiso como podían.
Eran otros tiempos, de acuerdo, pero aquella era la verdadera lucha, la que hacía diferente y admirable a quién se mete en un traje de luces y sale a darlo todo.
No digo que ahora no sean admirables, pero visto lo visto, que poquitas esperanzas nos ofrecen.
Lo que más me duele de este asunto, es que siempre se le echa la culpa al toro, que al fin y al cabo es el que menos culpa tiene.