Picador.
A
un buen picador nunca le ha humillado el batacazo, que lejos de ser
deshonra es gloria, si antes citó al toro de lejos, alzando su brazo
armado hasta la altura de la cabeza, llamando al toro,lanzando su vara al morrillo del burel, y sujetando la brutal
embestida; si es aquí donde se produce la caída, el aficionado respetará
y aplaudirá al piquero que, orgulloso, de nuevo se levantará de modo
airoso del pálido albero y repetirá integra la suerte. Será única su
plástica y su belleza, cuando se ha realizado con profesionalidad y
torería.
3 comentarios:
El Troni, fue un ejemplo de esa clase extinta de valerosos Piqueros.
Saludos,
POCHO PACCINI
Iván:
Desde luego que la suerte de varas es fundamental, y muy bonita cuando se hace bien echa.
Lo que esta mas claro que el agua es que cuando se hacen las cosas bien sobran las explicaciones y todo el mundo lo percibe.
Un abrazo.
Iván:
Que gusto verle con el palo recogido, no con este agarrado atrás del todo, que parece que van a pescar. Aquí se ve que se lo va a tirar al toro cuando se arranque. Nuestros fenómenos de ahora lo ponen por delante sin intención de lanzarlo.
Un saludo
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