martes, 27 de julio de 2010
Recordando a Navalón.LA VACA DE LA LUNA LLENA
La segunda vez que salgo a dar una vuelta casi me doy de narices con una vaca que se ha refugiado en el porche de la casa para protegerse de la posible helada. Con esta luna se ve como de día. Me pudo pegar una voltereta por el susto que debió llevarse al verme de improviso, y además me metí en el camino de su salida natural. La vaca volvió lentamente las ancas y sin mirarme se dio la vuelta; sabía que aquel territorio no era el suyo y fue bajando lentamente el precipicio del cotorro hasta guarecerse bajo una encina que está a la brigada de un peñasco. La vaca me recordó aquel toro Bohemio que una tarde, mientras veíamos la televisión, se asomó a la ventana con su frente azabache y sus ojos enormes. Lo vio la perra de los ojos verdes, la que sabe hablar como las personas, y se subió de un salto al rellano de la ventana. Allí estuvieron un rato largo hablando de sus cosas. Y se cogieron tanto cariño que todos los días jugaban en el campo. El día que vinieron a buscar al Bohemio para matarlo en una plaza, la perra salió ladrando lastimeramente detrás del camión. Porque sabía que no volvería a verlo jamás.
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3 comentarios:
¡Cómo escribía el Maestro!Ni a la altura del betún le llegan los de ahora...
Gracias por recordarlo Iván.
Iván:
Hoy mientras espero el resultado de la votación y leyendo cosas como la que nos has traído hoy, no puedo dejar de preguntarme que dónde está la barbarie. Que entrada más redonda, por lo que dice y por quien lo dijo.
Un saludo
hoy estoy muy triste por lo de cataluña.
Leer cosas asi del maestro reconforta mucho. En mi caso fue él, el que me enseño lo poco que se de los terrenos y de cargar-descargar las suertes. Todavia hay pases en los que SIEMPRE me acuerdo de Alfonso.
Un abrazo majetes. Me encantan siempre vuestros comentarios.
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