lunes, 28 de diciembre de 2009

Felicidades Francisco.


Se preguntarán que tendrá que ver el ¨Aguirre¨ de la foto con la felicitación de Francisco.
Pues bien, quería dedicar la entrada de hoy a alguien que sin llegar a conocer personalmente, es para mi muy especial.
Alguien que le sobra raza y casta al igual que al ¨TIO ¨de Aguirre, de la instantanea.
Una persona la cual un día acudió a La plaza de toros de Cáceres llena a rebosar, una bonita tarde de Marzo.
El cartel :
Novillos de Ruchena
Gastón Santos (rejoneador mexicano)
Victor Ruiz de la Torre "El Satélite"
Mauro Liceaga (mexicano)
Carlos Corbacho (un magnífico y malogrado torero sevillano)
Se hizo el paseillo a los sones de FRANCISCO ALEGRE.Aquella tarde según nos contó Francisco, gozó tanto, que no se le ha olvidado nada, ni siquiera la música que sonó, aún después de casi cincuenta años.

De cualquier manera, su nombre también es Francisco.
Un hombre que es capaz de escribir cosas tan sinceras como esta:

Acabo de leer una pequeña reseña de la corrida de hoy en Daimiel: EL JULI, EL CID Y VAZQUEZ a hombros con toros de Ana Romero, joder, esta es la solución. SANTACOLOMAS, .........

Si salieran TOROS, no estaríamos haciéndonos esta pregunta. No tengo mas remedio que declararme torista porque toros, lo que se dice toros no salen nunca y sin toros esto no funciona.

Desde hace tiempo vengo notando algo: que a duras penas aguanto una corrida, me aburro, y no es por falta de afición, es por falta de emoción. Cuando vivía en Madrid y siempre que podía, me iba a la Casa de Campo a ver torear de salón y joder, grandes "faenas" he visto allí pero claro, sin toro y eso es exactamente lo que casi siempre veo en las plazas de ahora, grandes faenas sin toro (salvo honrosas excepciones).

Yo disfruto como un enano cuando sale un toro y acojona hasta a los del callejón, que se lía a ostias con las tablas y con quien se ponga delante, que derriba al picador que NO SABE PICAR y que hace sudar tinta a quien no SABE TOREAR. Cuando un toro bravo sale a una plaza no se mueve ni el Tato, no os habéis fijado ? y si encima hay una cuadrilla que sabe lidiar y un TORERO que sabe lo que hay que hacer ........... porque esto no es tener mas o menos huevos, hay que tener los suficientes, ni mas ni menos y claro, SABER.

Algunos habláis de Cenicientos y por ahí vendría la solución. Los organizadores empiezan por donde deben, comprar los toros que les apetece ver, luego ya habrá quien los toree. Con esto se haría una selección natural del escalafón y entonces veríamos lo que verdaderamente es la Fiesta de los Toros, o lo que debería ser.

No se trata de morbo ni nada de eso, se trata de la emoción que desparrama un toro bravo y un gran torero, no hay nada mas bonito, al menos es lo que yo creo.


Redactado por Francisco Alegre en Foro El Albero.


Así que hoy por tu cumpleaños y por ser una persona de esas que dicen tanto con tan poquito.
Por todo el apoyo prestado en el foro El Albero, por tu sabiduría, por tu elegancia taurina y por tu saber estar.
Recibe un fuerte abrazo de tu amigo de Castellón.
FELICIDADES FRANCISCO!!!

8 comentarios:

fabad dijo...

Carlos Corbacho fue un malogrado torero... de Algeciras.
Saludos.

Francisco dijo...

Iván, "m'as emocionao, tío", eres la leche.

Sabes, la fiesta de los toros es un mundo de sensaciones y emociones, mágico pero, hay algo que la engrandece aún mas si cabe y eso es, que tampoco está exenta de gente como tu y por gente como tu merece la pena ser aficionado a los toros.

Gracias amigo, un fuerte abrazo.

Francisco dijo...

Amigo Fabad: Claro que el torero Carlos Corbacho era de Algeciras. Fué un lapsus a la hora de escribir aquello, dato que ya rectifiqué en su momento. Gracias.

Anónimo dijo...

En primer lugar mis felicitaciones al cumpleañero, en segundo lugar decir que estoy totalmente de acuerdo con tus palabras. También soy un enamorado del toro, sobre todo de los encastes que todos conocemos, pero tampoco quiero dar patente de corso a estos ganaderos “románticos” porque a menudo también les vemos pegar petardos, lo cual me duele mucho más que si lo veo en un Domecq o un Atanasio, pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre.
Efectivamente, cuando no hay emoción abajo, el aburrimiento es total y es casi lo mismo ver torear de salón. Respecto a los picadores habría que hacer una puntualización, efectivamente se pica muy mal, fatal, pero mucha culpa de ello la tienen los matadores que son quienes mandan picar en tal o cual sitio, barrenar más o menos, tapar la salida, o tenerle en el caballo sin sacarle más o menos tiempo. Ojalá la gente se diera más cuenta de ello y se pusieran a pitar al torero más que al picador y esto lo tuvieran en cuenta a la hora de pedir las orejas. En sentido contrario, creo que también se tendría que aplaudir cuando hay un torero, o novillero, que luce al toro, que nos lo deja ver en la suerte de varas, de largo y más de dos varas e incluso pedir que repita en la plaza.
La solución debería ser que los carteles se empiecen a confeccionar con base al ganado, no a los toreros, a partir de ahí ofrecer fechas, primero a las figuras y luego al resto. Obviamente esto es una utopía, no podemos pedir peras al olmo, máxime cuando por desgracia los que suelen llenar las plazas son los toreros, no los toros, salvo honrosas excepciones.
El público pide el toro de carril, el que no ve nada más que el engaño, dándole igual el comportamiento en varas y a eso lo llaman bravura. Sin embargo, si sale un toro bronco parecen no disfrutar del espectáculo y dicen que el toro es malo, sin importar para nada su lidia, se da por hecho que todos los toros tienen la misma lidia y el mismo tipo de faena y, si no se le pueden pegar 6, 8 ó 10 tandas de muletazos dicen que el toro es malo. Peor aún, la crítica taurina justifica la desazón de ciertos toreros ante ciertos toros, nada del otro mundo, aduciendo que el toro no tenía faena posible ¡qué hipócritas! En cambio silencian la labor de un torero de segunda fila cuando saca petróleo de dónde sólo parecía haber un vaso de agua y además jugándose el tipo.

Se dice que el mejor aficionado es al que le caben más toreros en la cabeza, yo diría que el mejor aficionado es aquel al que le caben más toros en la cabeza.

ANALISIS DE ASTAS Y VISCERAS YA.
J.Carlos

Francisco dijo...

J. Carlos:

Gracias por la felicitación y también decirte que, estoy totalmente de acuerdo con tus comentarios. Así es como debería ser la fiesta y por eso luchamos.

Anímate a escribir mas, hace falta gente como tu en estos foros.

Oscar dijo...

En cuanto a lo de picar bien o mal, es que no es solo (que también) lo de barrenar, tapar la salida, etc.

El picador debería echar la puya y sujetar al toro con ella, en lugar de dejar que el toro se estrelle contra el caballo y entonces picar.

Sin duda introducir el peto en los caballos de picar fue algo necesario para evitar el espectáculo de los caballos destripados en el ruedo. Pero fue desde luego un mal menor: cuando se picaba sin peto el picador no podía dejar al toro estrellarse contra el caballo (porque salían ambos por los aires) y tenía que sujetar al toro con la puya para defender su montura. A mi me sorprende mucho que un toro, en cuanto se pone a empujar, logre derribar al picador a pesar de ir montado en un "tanque" y tener la puya para defenderse; yo estoy casi seguro que a un picador de los de entonces sería imposible que un toro le derribase un caballo con peto.

Ya que ha salido el tema, me vais a permitir que os diga lo que para mi significa ser un aficionado torista o torerista (hablo de aficionados, no espectadores).

Muchos dicen que un aficionado torista no se interesa por el torero y uno torerista no se interesa por el toro. A mi esto me parece una simpleza, porque yo que me considero torista si que aprecio una buena faena y si me intereso por lo que hace el torero y, supongo, lo mismo pero a la inversa sucede con el torerista.

Después de reflexionar tiempo sobre esto, mi conclusión es que un aficionado torerista percibe al toro como un instrumento al servicio del torero y considera que el torero es el que es el eje del espectáculo y por tanto se le deben proporcionar instrumentos (entiendase toros) que favorecen su lucimiento. Un aficionado torista, sin embargo, considera que toro y torero están ambos al servicio del espectáculo, al servicio de la faena, en plano de igualdad, y por tanto reclama un toro que favorezca el espectáculo (igual que reclama que el torero realize una buena faena acorde a las condiciones del toro) pero como actor principal y no como elemento subordinado al lucimiento del torero.

Anónimo dijo...

Oscar, has dado una buena definición de lo que significa el torismo. A veces me sorprendo de oír voces que califican a los toristas como aquellos aficionados que pretenden que el torero sea cogido por el toro. Casi todos mis amigos en la plaza son toristas y puedo dar fé que también tienen sus toreros predilectos y que siempre están soñando con que aparezca ese torero capaz de hacer faena, con mayor o menor arte, a esos toros que los taurinos califican como imposibles. En mi opinión, un buen aficionado es aquel que juzga la labor del torero considerando lo que tiene delante.
En cuanto a la suerte de varas, por supuesto que son muchas cosas pero tampoco podemos pedir peras al olmo. Picadores que citen al toro de largo ofreciendo el pecho del caballo y pararle antes de que llegue al peto podríamos contarlos con los dedos de una mano, hay pocos Anderson Murillo o Efrén Acosta. Estoy de acuerdo con el peto, no hay que dramatizar la Fiesta, pero un peto menos pesado que el actual y también reducir el peso del caballo. En Francia lo hacen y este año también se ha podido ver en algunas plazas del norte a la cuadra de Alain Bonijol. La “acorazada de picar”, como la definía el gran Joaquín Vidal, debe desaparecer de las plazas por el bien del protagonista de la fiesta, el toro, y de todos aquellos que le respetamos, aunque los antis digan lo contrario. Hoy día se le deja llegar al caballo y que se estrelle para quebrantarlo aún más, una vez allí el toro queda a merced del picador, lo que causa estupor es que nunca atinan donde deben picar, siempre se pica trasero y se le pega duro, dependiendo de las indicaciones del que paga, el matador. Picar mal y barrenar abre boquetes que en ocasiones han alcanzado una profundidad considerable, incluso alguna vez ha dado la casualidad que una banderilla ha caído en el boquete de la puya, lo cual obviamente afecta a la movilidad del toro por tocar zonas muy sensibles. Recientemente un amigo picador me dijo que ellos pican donde se les ordena y el que no lo hace así ya se puede ir apuntando a las listas del paro. Triste pero cierto.

Un abrazo a la afición, feliz 2010.
J.Carlos

Amparo Gomar dijo...

Muchas felicidades, Francisco.
Gracias por seguir alumbrándonos cada día.
Un beso