domingo, 15 de noviembre de 2009

Ganaderías .Palha.


Divisa: azul y blanca.

Señal: hendidas las dos orejas.

Antiguedad: 4 de noviembre de 1883.

Finca: "Heredade de Adema" 2135 PORTO ALTO-SANTAREM (Portugal)
Procedencia: formada en 1848 por Antonio Jose Pereira Palha, con reses portuguesas, de Miura, Concha y Sierra, Veragua y Tres Palacios. En 1937 la heredan sus nietos, que le agregan vacas y sementales de belmonte, Domingo Ortega y, mas tarde, de Isaías y Tulio Vázquez. En 1980 pasa la ganadería a sus sobrinos que la aumentan con reses de Oliveiras Hermanos y Baltasar Ibán, en cuyos encastes descansa hoy la mayor parte de la ganadería.
Junto a la ribera del Tajo, ya metidos en el paisaje marismeño, y recreados con extraordinaria belleza en "Herdade da Adema", nos encontramos con los legendarios "Palhas". Una casa ganadera, cuyos vestigios vienen de largo y perduran como si el tiempo no hubiera pasado. Joaquim Isidro Dos Santos, conocedor en la actualidad de la ganadería de "Palha" lleva más de "media vida" cuidando toros y viviendo en el campo. Con el permanente recuerdo de su padre vigila y vela porque su hijo, y, con posterioridad, su nieto y si biznieto, recojan todos los conocimientos que él ha sabido aplicar con eficacia, conocimiento y voluntad.
Por lo general, los toros guapos de la casa Palha son bajos de agujas, muy finos, hondos, chatos, ligeramente badanudos, musculados y de poco esqueleto; tienen los pitones blanquecinos y muy afilados, armados en veleto, aunque sin ser cornalones en exceso. Se trata, en suma, de toros con trapío equilibrado, muy serios pero no muy voluminosos. El pelo predominante es el negro zaino y bragado.
En cuanto a su comportamiento en la plaza, los toros de Palha no han cambiado mucho con referencia a la espectacularidad en sus peleas en el caballo, donde se adornan de una mayor fijeza y codicia. Llegan hasta aguantar tres y cuatro puyazos sin presentar resistencia para ello. Con los engaños sacan nobleza y recorrido, con no pocas dosis de picante y temperamento, que hacen mantener al espectador en vilo hasta el último momento de la lidia. La seriedad de la presentación de estos toros se combina con su peculiar instinto repetidor y la espectacularidad de su juego encastado en la plaza.
¿Quién no se acuerda de la corrida de S.Isidro de este pasado 2009?
Corrida interesantísima y llena de matices, ensombrecida por la gravísima cornada de Israel Lancho.


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