domingo, 29 de noviembre de 2009
Un sensacional novillo de Rehuelga.
Foto de Juan Pelegrín.
"Gitano", lidiado en tercer lugar,
ovacionado en el arrastre
El hierro de Rehuelga tomó antigüedad con una encastada, interesante y dispar novillada en la que destacó el sensacional novillo que se lidió en tercer lugar. “El Arqueño” dio una vuelta al ruedo protestada a la muerte del sexto. Carlos Gallego y Jesús María Sánchez se las vieron con novillos más complicados con los que no pudieron lucirse.
Salió el tercer novillo y se advirtió enseguida la presencia en el ruedo del toro (o novillo) de lidia auténtico con casi todos sus atributos positivos. Ya en los primeros lances anunció sus buenas condiciones yendo largo detrás de las telas. Tomó un buen primer puyazo y se durmió en el peto en el segundo. Se quedó crudito al pasar al segundo tercio, prometiendo emociones para el acto final. Cumplió. Arrancó a embestir desde que “El Arqueño” le presentó la muleta por primera vez y no lo dejó hasta que murió, tras una buena estocada, con la boca aún cerrada; la casta. Entre esos dos instantes, acometió con fijeza, bondad, alegría y codicia cuantas veces le requirió el novillero. “Gitano”, que así se llamaba este sensacional ejemplar de Rehuelga, ofreció una pelea de toro bravo y encastado que el público reconoció con una fuerte ovación en el arrastre. Por ponerle alguna pega, se podría decir que no embistió completamente humillado. Buscándole una excusa que en realidad no necesita, habría que averiguar cuanta responsabilidad le cabe en ese detalle a sus lidiadores. “El Arqueño” no consiguió ponerse a la altura de su enemigo, sobre todo porque nunca toreó con hondura y necesito rectificar su colocación continuamente a pesar de su voluntad de ligar los pases.
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